Actualmente
en México alrededor de 4 mil 500 adolescentes se encuentran privados de la
libertad, acusados de haber cometido delitos considerados graves por la ley
esto no solo representa solo una cifra, sino el reflejo de la situación actual
que se vive en nuestro país, que más que lamentable es preocupante.
La
doctora Elena Azaola Garrido, académica del Centro de Investigaciones y
Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), señala que la realidad de
los adolescentes en México es la suma de factores que se entrelazan y los ponen
en riesgo para que, en múltiples casos, cometan delitos.
Especialista en el tema, tras realizar investigaciones sobre los adolescentes privados de la libertad para conocer los factores que los llevan a delinquir y entender los tipos de delitos con que se involucran, dice a la Agencia Informativa Conacyt que las circunstancias de desatención por parte de la familia, la sociedad y las instituciones del Estado, contribuyen a que tengan estas conductas. (Comisión Nacional de Derechos Humanos, 2016).
La
mayoría de los adolescentes mexicanos que entran en conflicto con la ley son de
sexo masculino, tienen de quince a diecisiete años, presentan un retraso
escolar de más de cuatro años o han abandonado la escuela, residen en zonas
urbanas marginales, trabajan en actividades informales que no exigen
calificación laboral, y con el producto de su actividad ayudan al sostenimiento
de la familia. Además suelen vivir en entornos violentos. Se trata, en
definitiva, de adolescentes que viven en ambientes de desprotección, en los que
por lo general varios de sus derechos se encuentran amenazados o vulnerados.
(UNICEF MÉXICO).
Es
indudable que son los menores de edad los más afectados ante la desintegración
familiar, el medio social hostil, la mala educación, la pobreza, la ignorancia,
lo cual es solo un reflejo de lo que
somos como sociedad.
Bajo este contexto, es indispensable que los
gobiernos pongan mayor atención y
dediquen recursos económicos a este sector de la población, ya que estos serán futuros delincuentes
o futuros hombres de bien, es por ello que vale la pena invertir en ellos, su
análisis implica el futuro de la humanidad, y poder emitir en la medida posible
soluciones para mejoramiento y poder así evitar la delincuencia futura
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